viernes, 14 de noviembre de 2008

Feliks Woytkowski

Feliks Woytkowski, entomólogo y botánico polaco vivió durante casi 40 años en el Perú, a dónde llegó en el año 1929 acompañado de su esposa Helena Chmielewska y su hijo Jerzy Berdnard de 4 años de edad, un poco al azar y atraído por la selva amazónica; sin embargo, por el estallido de la Segunda Guerra Mundial y acontecimientos posteriores ocurridos en Polonia y la pérdida del contacto con su familia, permaneció casi toda su vida en Perú, durante la cual mayormente recorrió la selva peruana estudiando y colectando insectos y especies de plantas desconocidas para la ciencia de entonces y casi al final de su vida, en el año 1964, pudo retornar a su amada Polonia, donde falleció dos años después, y a donde llegó llevando consigo dos cajas que contenían todas sus notas y apuntes de sus expediciones y actividades científicas juntamente con sus observaciones sobre la cultura y la vida social del Perú de entonces y que consideraba “era lo más precioso que podría ofrecer a su patria”.

Durante su estadía en el Perú (1929-1964) llevó a cabo una obra verdaderamente grande y en condiciones muy difíciles, llegando a realizar más de 60 expediciones a través de todo el Perú por cuenta propia y otras formando parte de expediciones científicas organizadas por botánicos de los Estados Unidos. En el campo de la Entomología, coleccionó y estudió más de mil especies de insectos desconocidos para la ciencia de entonces y entre ellos varios que requerían de la creación de nuevos géneros, llevando algunos incluso su apellido. En el campo de la Botánica, descubrió más de cien nuevas especies de plantas descritas después detalladamente por especialistas y algunas de ellas fueron designadas con su apellido, como: “Monnina Woytkowski”.

Colaboró con decenas de instituciones científicas de Europa y de ambas Américas, a donde enviaba sus descubrimientos y anotaciones. Casi el total de sus colecciones botánicas se encuentran en los Estados Unidos (Herbario del Jardín Botánico de Missouri donde es famosa la colección de plantas peruanas “Woytkowski”) y en el Jardín Botánico de la Universidad de California en Berkley. En el Perú enriqueció y donó cientos de plantas juntamente con sus anotaciones a los jardines botánicos de Lima, exhibiéndose en el Jardín Botánico de la Universidad Agraria más de 600 plantas con sus descripciones y anotaciones. Fue director del Jardín Botánico de Lima de 1942-1945.

Una pasión a la que igualmente dedicó muchos años de su vida fue al estudio y colección de plantas medicinales para la industria farmacéutica Ciba, para lo que entró en contacto con indígenas de la selva, de quienes aprendió mucho en esta labor y su colección representó más de 80 mil plantas de cinco mil especies. Asimismo, a la creación de semilleros y plantaciones de orquídeas, cactos, palmeras y helechos, llegando a plantar más de mil orquídeas, 500 de las cuales realmente buenas.

Perú: Mi tierra no prometida”, es la obra póstuma de Feliks Woytkowski, muy conocida en el círculo de botánicos y entomólogos y que fue cuidadosamente recopilada y publicada a su muerte por Salomea Wielopolska, en base a sus diarios e información cronológica de todas sus expediciones realizadas durante su vida en Perú, y que gracias al apoyo del Smithsonian Institution de Washington, fue traducido del polaco al Inglés y convierten este libro en un documento valioso y donde se puede revivir momentos importantes de la historia del descubrimiento científico de la biología de la amazonía peruana. El Dr. Martín Brown del “Research Laboratory, Colorados Springs escribió una vez que “Woytkowski fue un héroe de las ciencias naturales”. y la publicación de este libro es un homenaje justo para un personaje extraordinario, quien dedicó su vida a las investigaciones naturales en los campos de la Botánica y la Entomología.

Feliks Woytkowski solía decir que cuando “los polacos hacen individualmente algo útil en el extranjero”, Polonia ganaba importancia y prestigio y que siempre ese fue el propósito de su vida.

Gladys Woytkowski Pinzás

Publicado en la Gazetka "Dom Polski"

Lima, Perú, Octubre del 2008

Reseña de la película "Mi Nikifor"

La película “Mój Nikifor” (Mi Nikifor) nos presenta la figura del ya anciano pintor naif del mismo nombre, quien se instala, sin haber sido invitado, en el taller del pintor Marian Włosiński, donde despliega sus herramientas con la intención de quedarse a trabajar. Esto sucede en el invierno de 1960, en la localidad de Krynica, al sur de Polonia, conocida por sus aguas curativas. La presencia de Nikifor, quien resulta estar enfermo de tuberculosis, afecta la vida familiar de Włosiński, ya que su esposa Hania teme por la salud, tanto de ellos, como de sus dos niñas. Włosinski trata de ubicar a la familia de Nikifor y se da con la sorpresa, que éste no tiene ni familia, ni siquiera partida de nacimiento o bautizo. Tan sólo se rumorea que es hijo natural del pintor Aleksander Gierymski. Al no tener documentos, no puede acceder a los servicios de salud, ofrecidos por el estado, pues ante la ley no existe. Włosinski asume la tutoría legal de Nikifor, a costa de perder su matrimonio, y se hace cargo del anciano artista quien al fin recibe atención médica. También se encarga de difundir su obra, coordina con la prestigiosa galería de arte en Varsovia “Zachęta” una exposición de la obra de Nikifor. A la exposición asisten el Ministro de Arte y Cultura de Polonia y otras personalidades, pero Nikifor ni cuenta se da de lo que pasa a su alrededor. La trama finaliza con la muerte de Nikifor, que deja desolado a Włosiński. Película muy conmovedora, basada en hechos verídicos. El mismo Włosiński participó como asesor en la elaboración de la película.
La película, dirigida por Krzysztof Krauze en el 2004 obtuvo varios premios. Premio a la mejor película, director y actriz en Panorama del Cine Europeo. Premio FIPRESCI en Atenas. Y el Premio a la mejor actriz en el Festival de Valladolid, entre otros. Los premios a la mejor actriz se deben a que fue Krystyna Feldman, actriz polaca, fallecida el año pasado a los 91 años, quien representó el papel masculino de Nikifor.

Isabel Sabogal Dunin-Borkowski

Nikifor, vida y obra


Aquí va una breve nota sobre la vida y obra de Nikifor. Nació en 1895 en Krynica y murió en 1968 en Folusz, otro pueblo de la misma región. Su madre, Eudokia Drowniak, fue una humilde mujer sordomuda, que llevaba agua a los diferentes hospedajes de Krynica. Corre la versión no confirmada de que el padre fue Aleksander Gierymski, uno de los mayores pintores polacos, quien estuvo en Krynica, gozando de sus aguas curativas. Nació con la lengua pegada al paladar, por lo que hablaba de una manera poco comprensible. Nikifor y su madre pertenecían a la minoría étnica de los łemki, que habitaba esa parte de Polonia. Los łemki hablan una lengua eslava, similar al polaco, al ucraniano, al eslovaco y otras lenguas de la región, y en su mayoría practican la religión griegocatólica. En 1947 fueron deportados casi en su totalidad de sus lugares de origen a la parte de Polonia, que antes de la guerra perteneció a Alemania. El mismo fue deportado a Szczecin, de donde se demoró un año en regresar caminando a Krynica. Fue durante esa travesía que se complicó su estado de salud. Fue analfabeta y vivió en la miseria más absoluta. Si bien al sanearse su situación legal, obtuvo ayuda del servicio social del estado polaco.
Pintaba retratos, autorretratos, ángeles, santos, y las diversas construcciones, casas e iglesias griegocatólicas de Krynica. Pintaba sobre papeles sueltos, cartones, tapas de cuadernos. Pintaba todos los días, a excepción de los domingos, en los que se vestía de fiesta e iba a la iglesia griegocatólica (cerkiew). Se calcula su obra en aproximadamente cuarenta mil piezas. Se califica su pintura como “naif”, conocida también como pintura ingenua. En 1930 el pintor ucraniano Roman Turyn quedó embelesado con su pintura y la hizo conocer a los pintores polacos y ucranianos, residentes en París. En 1938 salió publicado el primer artículo sobre su obra, en la revista “Arkady”, escrito por el pintor y admirador suyo Jerzy Wolff. Luego de la guerra fue “redescubierto” por el matrimonio Banach, quienes le organizaron exposiciones en París. Se escribieron muchos libros sobre su obra. Se fue haciendo cada vez más conocido, si bien en su pueblo natal siempre fue tratado como un pobre loco. Tal como se muestra en la película, en 1967 expuso en la galería más prestigiosa de Polonia “Zachęta”. Actualmente hay un museo dedicado a su obra en la localidad de Krynica.

Isabel Sabogal Dunin-Borkowski
Publicado en la Gazetka "Dom Polski"
Lima, Perú, Noviembre del 2008

martes, 4 de noviembre de 2008

Imágenes del otoño en Polonia

Ya en setiembre, al comenzar el otoño, las hojas de los árboles se tornan anaranjadas, rojas y amarillas. Y es por eso que a la primera parte del otoño se la suele llamar en polaco “el otoño dorado” (Złota jesień). Es como si la naturaleza entera brillara de oro ante ti. Luego caen las hojas y es como si caminaras sobre una alfombra dorada. Y después llega noviembre, el último mes del otoño, que en polaco se llama listopad, lo cual significa literalmente “cuando se caen las hojas”, pues es el mes en el que acaban de caerse las hojas de los árboles. Los vientos suelen ser muy fuertes, con mucha lluvia y a veces granizo y nieve.
La gente y la naturaleza entera se prepara para el invierno que se avecina. En el campo se suele ver bandadas de pájaros, alistándose para partir en vuelo hacia los países cálidos de donde retornarán recién en primavera y también bandadas de pájaros sobrevolando ya los campos. Otros animales se acomodan en sus guaridas para invernar. Los insectos, antes de morirse de frío, ponen los últimos huevos. Desde mediados de octubre en los pueblos y ciudades se empieza a calentar los ambientes de las casas, ya sea con calefacción o con carbón. Ya a comienzos de mes la gente de los pueblos, se va abasteciendo de carbón, para tener con que calentar los hornos de sus casas, establos, y ambientes donde pasarán los animales el invierno. El Servicio Social reparte carbón a las familias indigentes, para que nadie se muera de frío en esa época del año. Los campesinos calculan si el forraje que juntaron, segando el pasto de los campos en verano, será suficiente para que los animales sobrevivan al invierno, hasta que vuelva a crecer nuevamente el pasto y puedan salir a pastar. Se hacen los últimos arreglos de las casas, viendo de no dejar ningún resquicio por el que pueda meterse el frío. Las amas de casa van disecando los hongos y preparando mermeladas de las manzanas que se cosechó en setiembre, para llenar la despensa. Comunmente ya la despensa está a medio llenar con las mermeladas de fresas y frutas silvestres que se recogió en verano y otros productos más. Sobre todo en el campo la idea es que el sótano y/o la despensa estén lo más llenos posible, para no tener que salir a comprar en invierno, cuando tal vez arrecie un frío de veinte grados bajo cero o más, la nieve y el hielo cubran los caminos y se haga difícil transitar.
Simbólicamente se representa al otoño como una hermosa doncella, vestida con un traje de hojas multicolores, de todas las tonalidades que van del amarillo al rojo, a través del castaño, el anaranjado y el oro, dejando una reguera de hojas a su paso. El tema del otoño y del paso de las estaciones en general está muy presente en la literatura polaca.
Los días son cada vez más cortos, más oscuros y más fríos. Noviembre comienza con la fiesta de Zaduszki, dedicada a los muertos al día siguiente de Todos los Santos. Es como un anticipo simbólico de la muerte de la naturaleza entera, que se avecina bajo la forma del invierno, y de la cual despertaremos a la vida, recién en primavera.

Isabel Sabogal Dunin-Borkowski
Publicado en la Gazetka "Dom Polski"
Lima, setiembre del 2009

Festival de Cine "Al Este de Lima"

Entre el 7 y el 14 de noviembre se realizó el primer Festival de Cine “Al Este de Lima”, una muestra del cine de Europa Central y del Este. En el marco del Festival se presentaron algunos documentales, cortos y películas polacas. El Festival se inauguró y finalizó con dos películas polacas. La parodia “La Boda” (“Wesele”) de Wojciech Smarzowski y el mediometraje “Aria Diva” de Agnieszka Smoczyńska, basado en el relato “Ariadna en Naxos” de la escritora Olga Tokarczuk. La ganadora del Festival fue la película húngara “Dealer” de Benedek Fliegauf.